lunes

Aula

 Las diez reglas para estudiantes de Corita Kent
REGLA UNO: Encuentra un lugar en el que confíes, y trata de confiar en él por un tiempo.
REGLA DOS: Deberes generales de un estudiante: saca todo lo que puedas de tu maestro; saca todo lo que puedas de tus compañeros.
REGLA TRES: Deberes generales de un maestro: saca todo lo que puedas de tus alumnos.
REGLA CUATRO: Considera todo como un experimento.
REGLA CINCO: Sé auto-disciplinado. Esto significa encontrar a alguien sabio o inteligente y elegir seguirlo. Ser disciplinado es seguir de buena manera. Ser disciplinado es seguir de mejor manera
 REGLA SEIS: Nada es un error. No existe ganar o perder. Solo existe hacer.
REGLA SIETE: La única regla es trabajar. Si trabajas, esto te llevará a algo. Es la gente que hace todo el trabajo todo el tiempo la que eventualmente encuentra algo.
REGLA OCHO: No trates de crear y analizar al mismo tiempo. Son procesos diferentes.
REGLA NUEVE: Sé feliz siempre que puedas. Disfrútate. Es más ligero de lo que crees.
REGLA DIEZ: “Estamos rompiendo todas las reglas. Incluso nuestras propias reglas. ¿Y cómo hacemos eso? Dejando bastante espacio para cantidades X” (John Cage).
Pistas: Está siempre alrededor. Ven y ve a todo. Siempre ve a clases. Lee todo lo que puedas encontrar. Ve películas cuidadosamente, con frecuencia. Ahorra todo: puede resultar útil después.
Desconfío de aquellos que pretenden que estamos en decadencia, prefiero aquellos y aquellas que nos dicen que podemos construir un porvenir juntos y que nada está jugado definitivamente y que ese porvenir puede ser mejor que el presente y el pasado.  En occidente hoy está muy bien visto estar desesperado, hay como una estética de la desesperación, de la falta de esperanza, y los que no están desesperados pasan por idiotas, pero yo prefiero pasar por idiota porque pienso que en la desesperanza no hay porvenir. Philippe Meirieu
 Nadie que yo sepa, a excepción de los locos y maníacos, desea el triunfo permanente de la guerra, de la injusticia social, del hambre, del dolor, del miedo y de la desesperación. Y estos son los frutos inevitables, pasados, presentes y futuros de nuestra organización social. Un mejoramiento, es decir un cambio, de la condición humana, no puede partir de la consolidación de la realidad institucional de hoy. Debe fundarse en el hombre del mañana, en aquel que, esperemos, logrará realizar una relación educativa y autoeducativa verdadera. Debe fundarse en un hombre evolucionado y razonable, y sobre todo, libre.Todo depende de cómo se afronte el empeño educativo: se puede tratar de dar a la persona los medios para desarrollarse: la oportunidad de experimentar, el amor, el ejemplo, y sobre todo, la libertad. En este caso se trabaja para realizar un hombre que sea verdaderamente sí mismo, completamente, y por eso, original, independiente, autónomo, 'nuevo', capaz de hacer lo que no ha sido intentado hasta ahora. Para poder escoger esta opción, hay que tener la esperanza de que la condición humana pueda cambiar. Aún más, hay que tener fe en el mejoramiento de nuestro destino y en la posibilidad de lograrlo. O si no, se puede tratar de hacer la persona lo más parecida a un modelo existente, usando cualquier medio. En este caso se trabaja para producir seres resignados, dependientes siempre del poder, repetitivos, sin creatividad ni capacidad de invención, obedientes y pasivos. Escoger esta opción significa tener miedo que la condición humana pueda cambiar, porque cada cambio sería una puerta abierta a lo peor. Creo que sin el coraje es imposible vivir como hombres. Creo que el miedo es la peor condena del hombre, y que es inmoral verter nuestros terrores sobre las espaldas de nuestros niños, aunque sea presentado como educación. Marcello Bernardi


“La educación es un acto de amor, y por esto un acto de coraje. No puede temer al debate. No puede rehuir la discusión creadora, so pena de ser una farsa.¿Cómo se aprende a discutir y debatir con una educación que impone?”.

(Paulo Freire, La educación como práctica de libertad. pág. 88)